El mito de compartir (o no) grabaciones de video: RESUELTO

Ley 25.326 de PROTECCION DE LOS DATOS PERSONALES

Maximiliano Osso

7/12/20253 min read

En un mundo cada vez más conectado, las cámaras de seguridad se van convirtiendo en un aliado fundamental para proteger nuestros hogares y negocios. Sin embargo, su uso nos plantea una pregunta importante: ¿qué hacemos con las imágenes que capturan? ¿Podemos compartirlas con cualquiera? La respuesta no es tan simple, y es crucial conocer nuestros derechos y obligaciones.

En Argentina, la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales es la que regula esta materia. Y sí, tu imagen y tu voz, grabadas por una cámara, son consideradas datos personales.

La Ley 25.326: Tus Datos, Tus Derechos

Esta ley, también conocida como Ley de Habeas Data, tiene como objetivo principal proteger tu información personal y tu derecho a la privacidad. Para ello, establece una regla de oro: el consentimiento.

En principio, nadie puede recolectar, usar o ceder tus datos personales sin tu autorización libre, expresa e informada. Esto significa que deben decirte para qué usarán tus datos y quién tendrá acceso a ellos.

Además, la ley te otorga derechos fundamentales sobre tu información:

  • Derecho de Acceso: Puedes pedir saber qué datos tuyos tienen, cómo los obtuvieron y para qué los usan.

  • Derecho de Rectificación: Si tus datos son incorrectos o están desactualizados, puedes exigir que los corrijan.

  • Derecho de Supresión: Puedes solicitar que eliminen tus datos si ya no son necesarios para el fin con el que fueron recolectados, o si se obtuvieron de forma ilícita.

Videovigilancia: ¿Cómo se Aplica la Ley?

Las imágenes captadas por cámaras de seguridad son datos personales. Por lo tanto, si tienes un sistema de videovigilancia, te conviertes en "responsable de una base de datos" y debes cumplir con la ley.

Esto implica, entre otras cosas, informar mediante carteles visibles que el lugar está siendo filmado, la finalidad de la grabación y quién es el responsable de las imágenes (punto en contra para quienes piden cámaras ocultas).

Ceder Grabaciones a Terceros: ¿Cuándo Sí y Cuándo No?

Llegamos al punto clave. ¿En qué situaciones puedes compartir las grabaciones de tus cámaras de seguridad?

SÍ, puedes ceder las grabaciones cuando:

  • Existe una orden judicial: Un juez o tribunal te solicita las imágenes en el marco de una investigación. Esta es la vía legal principal y más segura.

  • Son requeridas por las fuerzas de seguridad: En la investigación de un delito o para la prevención de un peligro real para la seguridad pública, la policía puede solicitar las grabaciones.

  • Cuentas con el consentimiento de las personas que aparecen en el video: Si las personas filmadas te autorizan expresamente a compartir las imágenes, puedes hacerlo. Sin embargo, esto suele ser complicado de gestionar.

  • La cesión está autorizada por otra ley.

NO, no deberías ceder las grabaciones cuando:

  • Es para un fin personal o por simple curiosidad: Por ejemplo, si un vecino te pide una grabación para ver quién rayó su auto. En este caso, lo correcto es que el vecino haga la denuncia y sea la justicia quien solicite las imágenes.

  • Implica exponer la intimidad de las personas: No se pueden difundir imágenes que afecten la privacidad o la honra de alguien, especialmente si fueron captadas en un ámbito privado.

  • Para fines comerciales o de difusión sin consentimiento: Publicar las imágenes en redes sociales o cederlas a los medios de comunicación sin el consentimiento expreso de los involucrados es una violación a la ley.

Recomendaciones Finales

En Seguridad Lumiere entendemos la importancia de proteger tu patrimonio, pero también de respetar la privacidad de las personas. Por eso te recomendamos:

  • Informá siempre: Colocá carteles de advertencia de videovigilancia.

  • Actuá con prudencia: Ante la duda, no compartas las grabaciones. La vía correcta es siempre a través de un requerimiento judicial o policial.

  • Consultanos: Si tenés dudas sobre cómo actuar en una situación concreta, buscá asesoramiento legal.

La seguridad y la privacidad pueden y deben ir de la mano. Un uso responsable de la tecnología nos protege a todos.